Hay anuncios estúpidos, anuncios muy estúpidos, y anuncios que molan. Estos últimos son los más chorras de todos, los que piensas, coño, ¿en qué estaba pensando el que lo hizo? ¿Qué habia fumado para tener semejante descabellada y bizarra idea? Nunca lo sabremos, pero lo cierto es que sus fumadas, digo, ideas, nos hacen pasar buenos ratos. Por ejemplo, el anuncio de Rianxeira.
Este anuncio fue creado para promocionar un nuevo sistema de apertura, un supuesto abrefácil. Por todo el mundo es sabido que los abrefáciles terminan siendo abredifíciles, que uno se pone como una mierda, ensucia la mesa,incluso se corta, y todo por usar el jodido abrefacil y al final acabar abriendo el brick de leche con los dientes, como Dios manda. Quizás el creciente interés por los deportes de riesgo, donde se engloban los abredifíciles,ha hecho que se disparen las ventas. No lo sé, el mundo del marketing es un misterio.
Para empezar, el ser que promociona el producto es más bien poco atractivo, por no decir que tiene un efecto persuasivo nulo. Un tipo al que a nadie ha visto y que según las letras que salen debajo de su jeto es un medallista olímpico. Menuda autoridad. Encima el tipo es más soso que una patata cocida, tiene menos sangre que un limaco, como queráis llamarlo. El caso es que no sé en que estaban pensando cuando lo contrataron, porque desde luego, deja mucho que desear...
Otra cosa divertida es el nombre del nuevo abrefácil. Solap-in. Vayamos por partes...Solap... ¿qué quiere decir eso? De acuerdo, todos entendemos que con solap se refieren a solapa pero...¿ en qué idioma? Inglés desde luego no es, porque todo el mundo sabe que solapa en ingles es solaping. Entonces deducimos que es una especie de abreviatura, para que los clientes recuerden mejor el nombre del producto, la junta directiva de Rianxeira no confía en las neuronas de sus clientes, como vemos. Hacen bien. La otra parte es "in", que viene a significar "dentro" Vamos, en conjunto, "solapa dentro" y se pronuncia algo asi como "solapín". Ajá. Y se abre tan fácil como un yugur, aseguran.
Mamá, yo lo quiero.