Siempre he pensado que, estando en la facultad que estoy, y con mi aficción, había visto todo tipo de anuncios. He tragado festivales y festivales de publicidad, con anuncios de todo tipo, los he visto en clase, en casa...pero jamás esto. Nunca. Jamás en mi (relativamente) corta vida había visto algo así. Ni en mis más terribles pesadillas, ni en mis más gloriosos sueños (porque todavía no sé si me aterra o me gusta)
He aquí la fechoría publicitaria : http://www.youtube.com/watch?v=3SfWlmAJLo4
No puedo imaginar que ha llevado a los japoneses a crear semejante engendro. Pensemos en la siguiente situación: la empresa Salsas S.A (nombre random, no tengo ni idea de como se llama la empresa, y después de eso, no quiero saberlo) quiere promocionar su nueva salsa con huevas de pescado o algo así. Piensan un anuncio rompedor, y tras horas y horas de debate, de contratar a los mejores creativos, de saltar las zamburguesas, y demás cosas que hacen los japos, llegaron a la conclusión de que lo mejor, y lo único que podían hacer era lo siguiente: una suerte de masa informe roja que representa al alimento en cuestión con CABEZA DE NENUCO. Sí, una rutilante cabeza de nenuco de antes de la guerra, con ojos brillantes y sonrisa feliz, que te hace pensar que sustancias psicotrópicas o canciones de Bom Bom Chip automáticamente.
Pensarán mis queridos lectores: eso es una aberración! No puede haber nada peor que eso! Sí, claro, yo también lo creía cuando vi aquellos monstruosos seres, pero eso era porque aún no había subido el volumen... Las trompetas del apocalipsis deben sonar así, taaarako taaaarako tappuri tarakoooo. Madre de dios. Es lo mas espeluznane que he oído en siglos, Bisbal desearía para sí un single tan infernal y pegadizo como ese. Después de ver el susodicho anuncio, horas y horas cantándolo!
¿Y qué decir de la reacción de las niñas que salen en los anuncios? Como si tal cosa oye. Esás comiendo espaguetis tan pancho, en tu casa de colores fosforitos y daltónicos, cuando alguien llama a la puerta, ¿quién es? ¡Un ejército de pequeños hideputas rojos con cara de nenuco! Entran a tu casa cual ejército nazi, sin piedad, y llenan tus insulsos espaguetis de cosas que emanan ellos mismos. A saber si son sus excrementos. Yo me querría morir después de eso, pero no, parece que eso es lo más normal en Japón.
Así que nunca digáis que lo habéis visto todo, porque entonces llega Tarako y desbarata tu visión del mundo, como lo ha hecho con la mía. Ahora cada vez que coma espaguetis, estaré pendiente de que esos niños peniformes me ataquen....y vosotros deberíais.
POLITONO SONITONO TARAKO AL 5566